Vista de la presa de Canelles sobre el riu Noguera Ribagorçana, entre Catalunya i Aragó

La presa de Canelles: una obra monumental de ingeniería y sacrificio humano

La presa de Canelles, construida entre 1953 y 1959 en el río Noguera Ribagorçana, a caballo de las provincias de Lleida y Huesca, es una de las infraestructuras hidroeléctricas más importantes de España. Más allá de su impacto técnico y funcional, su construcción marcó profundamente la historia de la Ribagorça y el Montsec, tanto por su alcance como por las condiciones humanas que la hicieron posible.

Un proyecto de envergadura estatal

El proyecto fue impulsado por ENHER (Empresa Nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana), una empresa pública creada para aprovechar los recursos hidráulicos de la cuenca del río. El proyecto global de explotación hidroeléctrica fue diseñado por el ingeniero catalán Victoriano Muñoz Oms, y la toma concreta fue diseñada por uno de los ingenieros estructurales más prestigiosos de la época: Eduardo Torroja Miret.

La presa es de tipo bóveda de doble curvatura, con una altura de 150 metros y una longitud de coronación de 210 metros. Cuando se acabó, era la presa más alta de Europa y un referente de la ingeniería moderna. Su embalse puede almacenar hasta 687,5 hectómetros cúbicos de agua, convirtiéndolo en el más grande de la cuenca del Segre y el segundo del Ebro.

Un reto de ingeniería

Para construirla, fue necesario desviar el curso del río mediante túneles y azudas, trabajando en seco en la zona de cimentación. Pero uno de los desafíos más complejos fue la naturaleza del terreno donde se asentaba la presa, especialmente el macizo cárstico de la margen izquierda, formado por roca caliza fracturada y con presencia de grietas y cavidades.

Durante el llenado inicial del pantano, se detectaron filtraciones de agua muy importantes a través de esta roca, lo que puso en riesgo la seguridad de la estructura. Para solucionarlo, se construyó una pantalla impermeabilizadora profunda, inyectando hormigón y otros materiales para sellar las brechas y reforzar el terreno.

Estas obras de estabilización se realizaron en dos fases:

  • 1957–1962: primera intervención para controlar las filtraciones.
  • 1971–1973: nueva fase para reforzar la estanqueidad ante filtraciones persistentes.

Este episodio puso a prueba la ingeniería española del momento, que consiguió resolver el problema sin paralizar el proyecto.

Vistes de la construcció de la presa de Canelles al Montsec durant el segle XX

Los trabajadores: entre el progreso y el sufrimiento

La construcción movilizó a unos 2.800 trabajadores, muchos de ellos provenientes de zonas rurales empobrecidas del sur de España, especialmente de Andalucía y Murcia. Para acogerlos, se edificó un poblado provisional en Canelles, con barracas, servicios y equipamientos básicos, que alcanzó a superar los 4.000 habitantes, más que muchos municipios vecinos.

Las condiciones laborales eran extremadamente duras. Jornadas largas, falta de seguridad, viviendas precarias y accidentes constantes. Los testimonios de la época hablan de un régimen disciplinario muy estricto. El ingeniero alemán conocido como Kraus dirigía las obras con mano de hierro, generando un ambiente tenso entre la dirección y los trabajadores.

Según las fuentes documentales, entre 33 y 57 obreros perdieron la vida durante las obras, una cifra que a menudo ha sido silenciada.

Antiga colònia de treballadors que van construir la presa de Canelles al Montsec

Impacto en el territorio

La presa y el embalse provocaron la desaparición de varios núcleos habitados, como el pueblo de Blancafort (en parte sumergido), y la pérdida de tierras de cultivo y caminos ancestrales. También se modificó radicalmente el relieve del desfiladero de Mont-rebei, afectando actividades tradicionales y cortando comunicaciones históricas.

Al mismo tiempo, sin embargo, la infraestructura supuso una importante aportación energética y consolidó la presencia de ENHER en la cuenca del Ebro.

Los anegados

Los despoblados

La construcción del embalse de Canelles tuvo un impacto significativo en varios núcleos de población de la zona, provocando el abandono de varios pueblos.

Vista de pobles abandonats al Montsec després de la construcció de la presa de Canelles

Estos ejemplos ilustran cómo la construcción del embalse de Canelles transformó profundamente el territorio, alterando el paisaje y provocando la desaparición de varias comunidades que, hasta entonces, habían tenido una vida activa en estas regións.